Los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la Agenda de Desarrollo Pos-2015

Estambul, Turquía, 08 y 09 de noviembre de 2013

Resolución

Muchos Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU han registrado avances antes de 2015, pero mujeres y niñas son las que menos han avanzado respecto de todos esos objetivos. Y aunque ODM 3 plantea la igualdad de género como objetivo prioritario global, millones de las mujeres y niñas marginadas y pobres se han quedado atrás.

La Internacional Socialista de Mujeres, que tiene un estatus consultivo en el Consejo Económico y Social de la ONU, sostiene que la igualdad de género es un principio central de los derechos humanos y debe ser respetado e incorporado en todos los programas y medidas en la agenda de desarrollo sostenible pos 2015, de lo contrario la ONU no podrá cumplir sus objetivos futuros.

Es un logro inmenso que el ODM 1 ha reducido a la mitad la proporción de personas que padecen hambre a nivel mundial del 47% en 1990 al 24% en 2010 en todos los países en desarrollo, como África subsahariana, donde la tasa era más alta. Del mismo modo ODM2 ha logrado la igualdad de género en el acceso de la enseñanza primaria, que llega al 97% en 2010 y el ODM 7 ha reducido a la mitad las personas sin acceso a una fuente mejorada de agua y mejorado la vida de una proporción de residentes de tugurios urbanos, con sólo 33% de las personas que viven en barrios marginales en 2012. Sin embargo, estos resultados están desigualmente distribuidas entre regiones y países, entre mujeres y hombres, niñas y niños: el 70 por ciento de las personas con menores ingresos de 1,25 dólares al día son mujeres: el 35 por ciento de las niñas más pobres siguen sin asistir a la escuela secundaria, y las mujeres siguen representando dos tercios de los adultos analfabetos en el mundo.

Las mujeres hoy en día ocupan el 40 por ciento de puestos de trabajo pagados fuera de la agricultura, pero en cada región en vías de desarrollo estos puestos de trabajo no son seguros y dan derecho a contadas prestaciones sociales. En el plano mundial, las mujeres parlamentarias representan sólo el 16 por ciento del total; a este paso la igualdad política tardará 40 años más.

El objetivo que menos probabilidad tiene de cumplirse es el de la mortalidad femenina, ODM 4: reducir la tasa de mortalidad materna tres cuartos. La Internacional Socialista de Mujeres sostiene que la pandemia continua de violencia contra la mujer, con el 35 por ciento de mujeres que son víctimas de la violencia sexual en el curso de la vida, socava el avance hacia la realización de todos los objetivos.

La Internacional Socialista de Mujeres subraya el reconocimiento del Banco Mundial de que el igual acceso de mujeres adultas y jóvenes a la educación, nutrición, servicios básicos, sanidad, empleo, oportunidades económicas y toma de decisiones en todos los niveles ha demostrado ser uno de los impulsores más potentes para conseguir todos los objetivos. Puede reducir la pobreza y el hambre, aumentar el número de alumnos, recortar la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA y promover la sostenibilidad ambiental, según ONU Mujeres.

Por tanto, la Internacional Socialista de Mujeres insta a enfocar, pos 2015, la igualdad de género en la educación, la política y las oportunidades económicas como medio para impulsar el avance hacia los otros objetivos. Por ejemplo, mediante la educación universal de niñas, el fallido ODM 4 consistente en reducir la tasa de mortalidad de menores de cinco años en dos tercios podría lograrse en vista de que la educación de las madres es uno de los principales factores determinantes en la mortalidad infantil.

Una mayor participación femenina en la esfera política impulsará los demás objetivos. Por ejemplo, Mujeres ONU ha señalado que en la India, en municipios que están dirigidos por mujeres, se ha registrado un incremento del 62 por ciento en proyectos de agua potable en comparación con municipios que están en manos masculinas. Por otra parte, el trabajo pagado de una mujer aumenta su capacidad de toma de decisiones en el hogar, lo cual puede incidir de un modo positivo en una serie de objetivos.

La violencia de género no se menciona en los ODM o en el programa pos 2015. La violación, el tráfico de blancas, el matrimonio forzado, la mutilación genital y la explotación sexual de mujeres y niñas en situaciones de conflicto se consideran factores importantes de riesgo en la transmisión del VIH. La violencia de género también tiene un impacto importante en otros objetivos, como el empleo femenino pagado, y la mortalidad materna e infantil. Por tanto, la Internacional Socialista de Mujeres propone que se fije un objetivo explícito para reducir la violencia de género en los objetivos de desarrollo sostenible.

El informe a la ONU del Panel de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda para el Desarrollo pos 2015 ha dado mayor importancia a la igualdad de género y al empoderamiento de la mujer, que ha pasado de ser el tercer objetivo al Segundo. La Internacional Socialista de Mujeres apoya los objetivos “ilustrativos” de poner fin a la violencia y al matrimonio de niños y niñas, y a la discriminación en las esferas política, social y pública; y a dar mayor importancia al derecho a la propiedad y derechos financieros.

Sin embargo, la Internacional Socialista de Mujeres insta al Grupo de Trabajo de Composición Abierta de la Asamblea de la ONU a reflejar esta prioridad y a incrementar sustancialmente la importancia de la igualdad de género que en la actualidad no figura como un tema principal. Los grandes grupos del Grupo Temático de Igualdad pueden hacer aportaciones al proceso, que comprende 30 estados miembros (propuestas orales antes del 20 de Diciembre de 2013; las escritas, antes de Febrero de 2014).

La Internacional Socialista de Mujeres aplaude “Retos y logros en la aplicación de los ODM para mujeres y niñas” de la 58 Sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer y apremia concretamente a la priorización de la igualdad de género en la educación, participación política y el empleo; y de un objetivo para la reducción de la violencia de género en la agenda pos 2015.

La Internacional Socialista de Mujeres considera que la discriminación basada en la orientación sexual o cualquier otra base es incompatible con los derechos humanos básicos, por lo que insta a la protección de los derechos de las personas LGBT, gitanos de Rumania y todos los demás grupos sometidos a prácticas de exclusión en cualquier parte del mundo.

La Internacional Socialista de Mujeres considera que es fundamental que las organizaciones femeninas participen de una manera significativa en la formulación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, vigilando los avances hechos contra unos objetivos definidos y asegurando la responsabilidad legal contra parámetros de derechos humanos. La comunidad internacional de donantes tiene un papel que jugar, invirtiendo en programas de desarrollo que empoderan a mujeres y niñas. Los partidos políticos en los países en vías de desarrollo pueden acelerar el progreso mediante la adopción y aplicación de políticas que aseguren la igualdad de género.

Por tanto, la Internacional Socialista de Mujeres insta a los gobiernos y a los partidos afiliados a la Socialista Internacional; y a la ONU, gobiernos, estructuras estatales y ONGs a asegurar que los ODM y la agenda para el desarrollo pos 2015:

adopten la igualdad de género y el empoderamiento como tema prioritario para acelerar la consecución de los ODM restantes;

aseguren una voluntad política fuerte y fondos para seguir reduciendo una tasa inaceptable de mortalidad materna e infantil;

permitan que las organizaciones femeninas participen en un papel central en la formulación de Objetivos de Desarrollo Sostenible;

prioricen la igualdad de género en la educación, participación política y empoderamiento económico en la agenda pos 2015 como medio para alcanzar la mayoría de los demás objetivos;

introduzcan un objetivo especial entre los objetivos de desarrollo sostenible para reducir la violencia de género;

apliquen y refuercen los reglamentos prohibitivos del trabajo infantil y matrimonio de niños;

hagan un seguimiento y evaluación anual para determinar la aplicación y progreso de estas medidas a base de estadísticas desagregadas por sexo;

recuerden a los Estados Miembros la importancia de la paz y la seguridad, porque en un ambiente de conflicto y guerra el desarrollo sostenible no es posible y

vinculen un marco de vigilancia y rendición de cuentas a los mecanismos internacionales de Derechos Humanos, que tenga su base en un partenariado con todas las partes interesadas del caso, incluidas las organizaciones de mujeres.

 

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